La ciudad de Lima está llena de desafíos que la gestión metropolitana debe enfrentar. Aquí presentamos algunos de estos que pueden ser implementados rápidamente durante el 2019 y que serán de utilidad a largo plazo en beneficio de las y los vecinos de Lima.  

Implementación del Centro de Monitoreo de Semáforos

El Centro de Monitoreo de Semáforos permitirá la adecuada coordinación y operación de los tiempos semafóricos de la ciudad en tiempo real. Para ello será necesario que los protocolos de los diferentes distritos (recordemos que cada distrito tiene sus semáforos y estos sus propios protocolos de comunicación los cuales no necesariamente conversan entre sí) estén unificados de tal manera que permita la coordinación entre ellos. Sin embargo, además de este cambio en la gestión de tránsito, y si de verdad se quiere generar un gran impacto en la reducción de congestión, será imprescindible rediseñar las vías y paraderos mal diseñados, de lo contrario, el centro de monitoreo será un centro frustrado.

Gestión de residuos sólidos

Los residuos sólidos se están convirtiendo en un grave problema ambiental para la ciudad. En el 2017 se recaudaron en promedio 8,900 toneladas de basura al día, a diferencia de cinco años atrás, cuando se recogían 6,200 toneladas. Esto significa que se ha incrementado en casi un 50% en sólo cinco años. Si bien la comuna limeña no gestiona el recojo de basura más allá del Cercado, lo cierto es que está en todas sus facultades para liderar y articular la gestión adecuada de residuos en la capital, sobre todo tomando en cuenta que varios distritos de la periferia de Lima aún no encuentran las capacidades institucionales para gestionarlas por sí mismos. Esta podría ser una muy buena oportunidad para que la Municipalidad Metropolitana Lima genere un espacio de articulación entre los distritos para estandarizar procesos eficientes de recolección y tratamiento de residuos.

Gestión de prevención de desastres y gestión de emergencias

El aniego en San Juan de Lurigancho no ha llamado suficiente la atención sobre los protocolos que deben seguir los diferentes niveles de gobierno para actuar en una emergencia. Pese a que se actuó de manera rápida, aún se notó cierta improvisación, por lo que se hace necesario que la Municipalidad de Lima asegure que los planes de emergencia de las diferentes municipalidades están bien hechos. De igual manera, será necesario generar comisiones de trabajo que fiscalicen la adecuada gestión de la prevención de riesgo de desastres en toda la ciudad.

Cierre de brechas sociales

Un gran desafío para asegurar la calidad de vida de todos los vecinos de Lima es cerrar las brechas de desigualdad social. Para lograr ello, será indispensable crear un delivery unit o centro de monitoreo de indicadores sociales que permita impulsar el cierre de brechas en materia de pobreza, servicios básicos, seguridad ciudadana, etc. La Agenda 2030 de las Naciones Unidas que plantea 17 objetivos de desarrollo sostenible puede ser una gran herramienta para diseñar este centro de monitoreo, el cual debe estar concentrado en focalizar zonas de trabajo prioritarias para tomar acción en coordinación con los gobiernos distritales.

Violencia contra la mujer

Si el machismo mata, el machismo es lo que hay que combatir. Urge generar una movilización articulada de autoridades locales en la ciudad que se comprometan a trabajar la reducción de la violencia contra la mujer, así como la adecuada atención en las Defensorías Municipales del Niño y del Adolescente (Demuna) a mujeres que han sido violentadas. Las municipalidades distritales no están capacitadas para hacerlo ellas mismas, por lo que será necesario que la Municipalidad Metropolitana de Lima lidere una gran campaña de acción integral para reducir la violencia contra la mujeres. Elaborar un plan de trabajo interdistrital para fortalecer las Demuna será el gran desafío a enfrentar en el 2019.

Para lograr todo ello, será indispensable que la Municipalidad Metropolitana de Lima, tanto el alcalde como sus funcionarios, pueda liderar procesos de articulación que aseguren el fortalecimiento de las capacidades institucionales de las municipalidades distritales para entregar servicios de calidad a la ciudadanía limeña.